Descubre las mejores fábulas en latín, con traducción al español, ideales para quienes buscan disfrutar de historias clásicas traducidas al castellano. Estas narraciones milenarias te transportarán a la sabiduría de la antigua Roma, con enseñanzas que aún resuenan en nuestros días. ¡Sumérgete en el mundo de la literatura universal y reflexiona con sus moralejas!
Las fábulas cortas son perfectas para quienes desean leer historias breves pero impactantes. Explora nuestra colección de relatos llenos de sabiduría y entretenimiento, ideales para reflexionar en pocos minutos. ¡No te pierdas nuestras recomendaciones más destacadas en esta sección!
In antiquis temporibus, lupus saevus et agnus innocens in silva erant. Dum agnus ad rivum bibebat, lupus a longe eum observabat. Lupus famelicus erat et de modo captandi agnum cogitabat.
— Quis me ausus est vexare? — clamavit lupus, appropinquans.
Agnus, timore perculsus, respondit:
— Cur me accusas, domine lupus? Aqua in hoc rivo fluit ex monte, ego te non perturbavi.
Lupus, ut suam rationem inveniret, iterum accusavit:
— Sed tu heri me verbis laesisti!
Agnus caput inclinans ait:
— Heri? At ego necdum natus eram.
Lupus iratus non rationem, sed victimam quaerebat. Subito, speculum parvum inter frutices conspexit. Cum se in speculo vidit, aspectum proprium contempsit: oculi maligni, dentes acuti, vultus crudelis. Ficta indignatione versus agnum conversus est.
— Tu mihi hoc fecisti! — lupus clamavit, speculum frangens pede.
Agnus, miratus et tremens, respondit:
— Ego vero nihil novi de speculo, nec tibi malum volui.
Sed lupus, furia caecus, agnum oppugnare coepit. Tum cervus fortis ex umbris apparuit et interposuit.
— Quid agis, lupus? Nonne satis habes cibum alium? Hunc parvulum dimitte, aut te docebo quid sit vera virtus!
Lupus, licet audax, intellexit se adversus cervum non posse. Fremens silvam reliquit. Agnus gratias egit cervo, qui eum in tutum duxit.
Moraleja
Non semper veritas a potestate superatur. Fortitudo vera est innocentiam defendere.
Traducción al Español
El Lobo y el Cordero en el Espejo
En tiempos antiguos, un lobo feroz y un cordero inocente estaban en el bosque. Mientras el cordero bebía en el arroyo, el lobo lo observaba desde lejos. El lobo tenía hambre y pensaba en la forma de atrapar al cordero.
— ¿Quién se atreve a molestarme? — gritó el lobo, acercándose.
El cordero, temblando de miedo, respondió:
— ¿Por qué me acusas, señor lobo? El agua en este arroyo fluye desde la montaña, yo no te he perturbado.
El lobo, buscando una excusa, lo acusó de nuevo:
— ¡Pero ayer me insultaste con palabras!
El cordero, inclinando la cabeza, dijo:
— ¿Ayer? Pero si aún no había nacido.
El lobo, enfurecido, no buscaba razones, sino una víctima. De repente, vio un pequeño espejo entre los arbustos. Al mirarse en él, vio su propia imagen: ojos malvados, dientes afilados, un rostro cruel. Con ira fingida, se volvió hacia el cordero.
— ¡Tú me lo hiciste! — gritó el lobo, rompiendo el espejo con su pie.
El cordero, asombrado y tembloroso, respondió:
— Yo no sé nada del espejo, ni te quise hacer mal.
Pero el lobo, ciego de furia, comenzó a atacar al cordero. Entonces apareció un fuerte ciervo desde las sombras y se interpuso.
— ¿Qué haces, lobo? ¿No tienes suficiente con otro alimento? Deja a este pequeño, o te enseñaré lo que es la verdadera virtud.
El lobo, aunque audaz, comprendió que no podía enfrentarse al ciervo. Gruñendo, abandonó el bosque. El cordero agradeció al ciervo, quien lo condujo a un lugar seguro.
Moraleja
No siempre la verdad es superada por el poder. La verdadera fortaleza está en defender la inocencia.
Aquila et Vulpecula in Arce Veteri
In summo colle erat arx vetus, ubi aquila sapientissima et vulpecula astuta vitam agebant. Aquila in turri altissima habitabat, dum vulpecula inter ruinas movebatur. Diem quandam, cum ventus fortis flaret, vulpecula ad aquilam clamavit:
— Amica aquila, cur non mecum consilia divides? Ego scio quid venti hoc tempore significent.
Aquila, oculis acutis et mente serena, despexit.
— Consilia? Quid tu, vulpecula, quae inter lapides vivis, de rebus caelestibus nosti?
Vulpecula risit, sed prudentiam suam retinuit:
— Non de caelo, sed de terra loquor. Scio ubi praedam invenire possis, si fortasse fame laboras.
Aquila, quamquam fastidio mota, descendit ut vulpeculae verba audiret. Tum vulpecula ad profundam fossam duxit, ubi lapina cuniculis suis praeerat.
— Hic fossa, sed cave! Lapina te facile evadere potest. Auxilium meum non contemnas.
Aquila irata increpavit:
— Ego, regina caeli, auxilium vulpis ignavae numquam rogabo!
Aquila in fossam descendit, sed cuniculi subito apparuerunt et aquilam circumdederunt, eius alas mordentes. Vulpecula, in proxima arbore sedens, risit.
— O amica aquila, si consilium meum audivisses, in periculo nunc non esses. Sed ego non te derelinquam.
Vulpecula lapinam ad proprium cubile retrahere blandis verbis persuasit, liberando aquilam.
— Sit hoc exemplum quod sapientia et auxilium non a superbia, sed a communione veniant.
Aquila, pudore affecta, vulpeculae gratias egit. Ab illo die, in arce veteri vera amicitia inter volucrem et vulpem floruit.
Moraleja
Superbia saepe nos in errores inducit. Consilium sapientis amici non contemnendum est.
Traducción al Español
Águila y Zorro en el Viejo Castillo
En la cima de una colina se encontraba un viejo castillo, donde un águila muy sabia y un zorro astuto vivían. El águila habitaba en la torre más alta, mientras que el zorro se movía entre las ruinas. Un día, cuando soplaba un viento fuerte, el zorro gritó hacia el águila:
— Amiga águila, ¿por qué no compartes tus consejos conmigo? Sé lo que este viento significa en este momento.
El águila, con sus agudos ojos y mente tranquila, miró desde lo alto.
— ¿Consejos? ¿Qué sabes tú, zorro, que vives entre las piedras, sobre los asuntos celestes?
El zorro sonrió, pero mantuvo su prudencia:
— No hablo del cielo, sino de la tierra. Sé dónde puedes encontrar comida, si acaso sufres de hambre.
El águila, aunque molesta, descendió para escuchar las palabras del zorro. Entonces, el zorro la condujo hacia una profunda trinchera, donde una liebre supervisaba a sus conejos.
— Esta es la trinchera, pero ten cuidado. La liebre puede escapar fácilmente. No subestimes mi ayuda.
El águila, enfadada, replicó:
— Yo, reina de los cielos, jamás pediré ayuda a una zorra cobarde.
El águila descendió a la trinchera, pero de repente los conejos aparecieron y rodearon al águila, mordiendo sus alas. El zorro, sentado en un árbol cercano, se rió.
— Oh amiga águila, si hubieras escuchado mi consejo, ahora no estarías en peligro. Pero no te abandonaré.
El zorro persuadió con dulces palabras a la liebre para que la llevara de vuelta a su refugio, liberando así al águila.
— Que esto sea un ejemplo de que la sabiduría y la ayuda no provienen de la soberbia, sino de la cooperación.
El águila, avergonzada, dio las gracias al zorro. Desde ese día, en el viejo castillo floreció una verdadera amistad entre el ave y el zorro.
Moraleja
La soberbia a menudo nos conduce a errores. El consejo de un amigo sabio nunca debe ser despreciado.
En nuestra selección de fábulas con moraleja en la historia, descubrirás narraciones profundas que enseñan valores y lecciones universales. Perfectas para compartir con niños y adultos, estas historias te invitan a pensar y a aprender algo nuevo con cada lectura. ¡Encuentra tus favoritas aquí!
Ursus et Apis in Silva Obscura
In silva obscura, ursus ingens vivebat, qui ad mel suum unicè amabat. Die quadam, apicula parva eum appropinquavit. Apicula in musco consedit et ursum cum humilitate allocuta est:
— O magnanime urse, audivi te multas apes mel in cavitate arbore tua facere permisisse. Possumne ego quoque ibi habitare?
Ursus frons corrugata respondit:
— Quid mihi pro hoc dabitur? Tu sola apis es. Quid tua opera conferet?
Apicula, licet parva, sapiens erat:
— Fortasse non videor utilis, sed si me sinas laborare, dulce mel tibi semper afferam.
Ursus, cupiditate commotus, apiculam in arborem admisit. Dies noctesque apicula laboravit, flores circum silvam quaerens. Mense uno elapso, ursus cavitatem revisit. Cerae et mellis abundantiis repleta erat.
Sed repente ursus vidit ceteras apes magnum mel consumere. Fremens dixit:
— Quid hoc est? Ego laboravi ut vos omnes pascerem?
Apicula ad eum volavit et dixit:
— Non irascere, bone urse. Sine cooperatione apum nulla abundantia esset. Numquid non mel habes ultra tua desideria?
Ursus, post pauca verba cogitans, intellexit veritatem. Non solum apicula, sed communitas totius operis meritum erat. Ex illo tempore, apes cum urso vivebant in pace, et mel in perpetuum affluebat.
Moraleja
Cooperatio et humilitas maximam abundantiam afferunt.
Traducción al Español
Oso y Abeja en el Bosque Oscuro
En un bosque oscuro, vivía un enorme oso, que amaba profundamente su miel. Un día, una pequeña abeja se le acercó. La abeja se posó sobre el musgo y, con humildad, habló al oso:
— Oh, gran oso, he oído que permitiste a muchas abejas hacer miel en la cavidad de tu árbol. ¿Puedo yo también vivir allí?
El oso, frunciendo el ceño, respondió:
— ¿Qué me darás a cambio? Eres solo una abeja. ¿Qué pueden aportar tus esfuerzos?
La abeja, aunque pequeña, era sabia:
— Tal vez no parezca útil, pero si me dejas trabajar, siempre te traeré dulce miel.
El oso, movido por la codicia, permitió que la abeja se instalara en el árbol. Día y noche, la abeja trabajó, buscando flores por todo el bosque. Pasado un mes, el oso regresó a la cavidad. Estaba llena de cera y miel.
Pero de repente, el oso vio a las demás abejas consumiendo gran parte de la miel. Gruñendo, dijo:
— ¿Qué es esto? Yo trabajé para alimentaros a todos.
La abeja voló hacia él y dijo:
— No te enojes, buen oso. Sin la cooperación de las abejas, no habría abundancia. ¿Acaso no tienes más miel de la que necesitas?
El oso, tras unas pocas palabras, comprendió la verdad. No solo la abeja, sino toda la comunidad de trabajo tenía mérito. Desde ese momento, las abejas vivieron en paz con el oso, y la miel fluía en abundancia para siempre.
Moraleja
La cooperación y la humildad traen la mayor abundancia.
Lepus et Testudo in Viā Tortuosā
In via longa et tortuosa, lepus et testudo saepe se conveniebant. Lepus agilis et velox, testudo autem tardus sed perseverans erat. Die quadam, lepus testudinem provocavit:
— O testudo, cur semper ita tarde ambulas? Ego citius mille passus conficio quam tu unum. Visne tecum certamen habere?
Testudo, cuius natura tranquilla erat, subridens respondit:
— Lepus, velocitas tua mirabilis est, sed fortasse sapientia et patientia in hac via plus valent. Certamen accipio.
Statuto die, certamen coepit. Lepus velociter cucurrit et procul ante testudinem processit. Sed cum videret se testudinem longe relinquisse, dixit intra se:
— Quid me fatigo? Paullulum quiescam sub hac arbore.
Interea testudo sine mora et sine pausa iter suum continuavit. Dies in vesperum vergens, testudo metas paulatim appropinquavit. Lepus, somno victus, tandem experrectus est et animadvertit testudinem eum praeteriisse.
Cum celeritate incredibili ad metam properavit, sed testudo iam ibi stabat, subridente vultu et ore dicens:
— Non semper qui celer est, victor erit. Consistentia viam verae victoriae demonstrat.
Lepus, pudore plenus, amicitiam cum testudine petivit. Ex illo tempore, non solum velocitas, sed etiam sapientia leporem duxit.
Moraleja
Patientia et perseverantia saepe superant velocitatem et superbiam.
Traducción al Español
Liebre y Tortuga en el Camino Tortuoso
En un largo y tortuoso camino, la liebre y la tortuga se encontraban con frecuencia. La liebre, ágil y veloz, y la tortuga, lenta pero perseverante, solían cruzarse. Un día, la liebre desafió a la tortuga:
— ¡Oh tortuga! ¿Por qué siempre caminas tan despacio? Yo recorro mil pasos en el tiempo que tú das uno. ¿Quieres competir conmigo?
La tortuga, cuya naturaleza era tranquila, sonrió y respondió:
— Liebre, tu velocidad es asombrosa, pero tal vez la sabiduría y la paciencia valgan más en este camino. Acepto el desafío.
El día acordado, comenzó la carrera. La liebre corrió rápidamente y avanzó mucho antes que la tortuga. Pero al ver que había dejado a la tortuga muy atrás, pensó para sí misma:
— ¿Por qué me esfuerzo tanto? Un poco de descanso bajo este árbol no me hará daño.
Mientras tanto, la tortuga continuó su camino sin detenerse, sin descanso. El día se fue convirtiendo en tarde, y la tortuga se acercaba poco a poco a la meta. La liebre, vencida por el sueño, finalmente despertó y se dio cuenta de que la tortuga ya la había adelantado.
Con increíble rapidez, corrió hacia la meta, pero la tortuga ya estaba allí, sonriendo y diciéndole:
— No siempre el que es rápido será el ganador. La constancia muestra el camino hacia la verdadera victoria.
La liebre, llena de vergüenza, pidió amistad con la tortuga. Desde ese día, no solo la velocidad, sino también la sabiduría, guió a la liebre.
Moraleja
La paciencia y la perseverancia a menudo superan la velocidad y el orgullo.
Corvus et Vulpes de Imaginaria Gloria
In antiquis silvis erat corvus qui ceteris avibus se melior putabat. Corvus nigerrimis plumis gloriabatur et semper dicebat:
— Nemo in hoc regno meae pulchritudini aequatur!
Sed die quadam vulpes astuta eum conspexit dum ramum arboris tenebat. In rostro corvus caseum magnum gerebat, quem de fenestra rustici furatus erat. Vulpes, fame mota et dolo plena, sub arbore sedit:
— O pulcherrime corve, tuum cantum audire desidero! Num canere potes sicut spectare?
Corvus, laude inflatus, caseum in ramo posuit et canticum inceperat. Sed mox, cum vulpecula ad caseum ascendisset, consilium mutavit.
— Tu, vulpes callida, fraudem machinata es! Non me decipies iterum.
Vulpes ridens ait:
— Decipi te, corve superbe, non opus est. Superbia tua sufficit.
Corvus, ut se sapientiorem ostenderet, caseum comedere statim incepit. Vulpes, spe frustrata, silvam reliquit. Illa tamen, subridens, dixit:
— Gloria vanitatis semper errorem generat.
Moraleja
Vanitas nos saepe vulnerat. Prudentia gloriam superat.
Traducción al Español
Cuervo y Zorro de la Gloria Imaginaria
En los antiguos bosques, había un cuervo que se creía mejor que las demás aves. El cuervo se jactaba de sus plumas negras y siempre decía:
— ¡Nadie en este reino es tan hermoso como yo!
Pero un día, un zorro astuto lo vio mientras el cuervo sostenía una rama de árbol. En su pico, el cuervo llevaba un gran trozo de queso, que había robado de la ventana de un campesino. El zorro, movido por el hambre y lleno de astucia, se sentó debajo del árbol:
— ¡Oh, hermoso cuervo, deseo escuchar tu canto! ¿Puedes cantar tan bien como luces?
El cuervo, inflado por los elogios, puso el queso sobre la rama y comenzó a cantar. Pero pronto, mientras el zorro subía hacia el queso, cambió su estrategia.
— Tú, astuto zorro, ¡has tramado un engaño! No me engañarás de nuevo.
El zorro, riendo, respondió:
— Engañarte, cuervo orgulloso, no hace falta. Tu vanidad es suficiente.
El cuervo, para demostrar que era más sabio, comenzó a comer el queso de inmediato. El zorro, frustrado en su esperanza, dejó el bosque. Sin embargo, mientras se alejaba, sonrió y dijo:
— La gloria de la vanidad siempre genera error.
Moraleja
La vanidad nos hiere con frecuencia. La prudencia supera la gloria.
Ursus et Apicula in Hortum Florentem
In valle ampla erat hortus plenus floribus variis, ubi apicula industriae celebris laborabat. Ursus magnus, qui in silvis propinquis habitabat, cotidie illam observabat, magis admirans quam appetens.
— Cur totum diem laboras, apicula? — rogavit ursus cum die quadam ad hunc hortum venit.
— Nonne voluptas et otium melius sunt?
Apicula, floribus circumvolans, respondit:
— Labor meus non solum pro me est. Familiae meae opus est nectare quod colligo, et flores mei laboris opus implent.
Ursus inhaesit verba apiculae et rogavit:
— Num auxilium meum necessarium tibi esset? Ego multas vires habeo.
Apicula risit et respondit:
— Gratias, sed laborem sine patientia et prudentia non facere potes. Vi tua solum, ursus, flores frangis, non mel efficis.
Die quadam, tempestate oriente, hortum desolavit procella valida. Ursus, misericordia commotus, alvearia apiculae refecit et flores plantavit.
— Amica apicula, non solum vires meas, sed patientiam tuam sum imitatus.
Apicula, gratias agens, ursum invitavit ut ex melle gustaret. Ex illo die, ursus et apicula exemplum unionis operis et virtutis facti sunt.
Moraleja
Patientia et laborem virtutem superant, vires solae saepe inutiles sunt.
Traducción al Español
Oso y Abeja en el Jardín Florido
En un amplio valle había un jardín lleno de diversas flores, donde una abeja, famosa por su diligencia, trabajaba. Un gran oso, que vivía en los bosques cercanos, la observaba cada día, más admirado que interesado.
— ¿Por qué trabajas todo el día, abeja? — le preguntó el oso un día que llegó al jardín.
— ¿No es el placer y el descanso mejor?
La abeja, revoloteando entre las flores, respondió:
— Mi trabajo no es solo para mí. Mi familia necesita el néctar que recojo, y las flores de mi trabajo llenan la tarea.
El oso escuchó las palabras de la abeja y preguntó:
— ¿Acaso necesitarías mi ayuda? Yo tengo mucha fuerza.
La abeja sonrió y respondió:
— Gracias, pero no puedes hacer mi trabajo sin paciencia y prudencia. Solo con tu fuerza, oso, rompes las flores, no produces miel.
Un día, cuando una tormenta se desató, el jardín fue devastado por un fuerte viento. El oso, conmovido por la misericordia, reparó las colmenas de la abeja y plantó nuevas flores.
— Amiga abeja, no solo he usado mi fuerza, sino que he imitado tu paciencia.
La abeja, agradecida, invitó al oso a probar la miel. Desde ese día, el oso y la abeja se convirtieron en un ejemplo de trabajo en unión y virtud.
Moraleja
La paciencia y el trabajo virtuoso superan la fuerza; solo la fuerza a menudo es inútil.
Pavo et Rana de Humilitatis Doctrina
In parvo lacu habitabant ranae quae inter se gaudebant. Prope lacum autem, pavo superbe plumis suis inflatus per agros ambulabat. Quoties pavo ad lacum veniebat, ranae tacebant, admirantes eius plumis radiantibus.
— Ecce, ego sum exemplum perfectionis! — clamavit pavo, extendens caudam. — Quis vestrum, miserae ranae, potest mecum contendere in pulchritudine?
Rana sapiens, quae longius in luto latebat, respondit:
— Amice pavo, pulchritudo non sola virtus est. Nonne alia dona natura nobis tribuit?
Pavo risit, alas vibrans:
— Quid aliud valere potest, si non pulchritudo? Ranae ridiculae, quid vobis natura dedit praeter voces raucas?
Dum pavo se exultabat, magnus aquila apparuit et subito pavoni imminebat. Pavo, quamvis plenus superbiae, fugere non poterat ob caudam gravem et arduam. Ranae omnes, saltu celeri, in lacum desiluerunt et se servaverunt.
Aquila pavonem cepit et eum secum ad nidum traxit. Rana sapiens, emergens, dixit:
— Pulchritudo sine prudentia saepe periculum affert. Modestia salus est.
Moraleja
Pulchritudo sine prudentia inanis est. Humilitas et sapientia ad salutem ducunt.
Traducción al Español
Pavo y Rana sobre la Enseñanza de la Humildad
En un pequeño lago vivían unas ranas que se alegraban entre ellas. Cerca del lago, sin embargo, un pavo, inflado de orgullo por sus plumas, caminaba por los campos. Cada vez que el pavo llegaba al lago, las ranas se callaban, admirando sus plumas brillantes.
— ¡He aquí, yo soy el ejemplo de la perfección! — exclamó el pavo, extendiendo su cola.
— ¿Quién de ustedes, pobres ranas, puede competir conmigo en belleza?
Una rana sabia, que se ocultaba un poco más en el barro, respondió:
— Amigo pavo, la belleza no es la única virtud. ¿Acaso no nos ha dado la naturaleza otros dones?
El pavo rió, batiendo las alas:
— ¿Qué más puede importar, si no la belleza? Ranas ridículas, ¿qué les ha dado la naturaleza aparte de sus voces ásperas?
Mientras el pavo se regodeaba, apareció un gran águila que de repente se lanzó hacia él. El pavo, aunque lleno de orgullo, no pudo huir debido a su pesada y alta cola. Las ranas, con un salto ágil, saltaron al lago y se salvaron.
El águila capturó al pavo y lo arrastró con ella a su nido. La rana sabia, emergiendo del agua, dijo:
— La belleza sin prudencia a menudo trae peligro. La humildad es la salvación.
Moraleja
La belleza sin prudencia es vana. La humildad y la sabiduría conducen a la salvación.
Canis et Porcus de Praeda Divisa
In pago parvo canis venator et porcus callidus amicitiam simulabant. Canis, semper fortitudine sua glorians, ad porcum dixit:
— Una praedam capiamus, et eam aeque dividemus!
Porcus assensit, sed in corde suo machinabatur. In silvam ingressi, cervum iuvenem invenerunt. Canis impetu cervum aggressus est, dum porcus in proxima umbra latuit. Tandem canis, cervum capiens, ad porcum clamavit:
— Amice, veni et partem tuam cape!
Porcus lente appropinquans respondit:
— Tu solus laborem fecisti, amice. Ego modo spectavi ut viderem quomodo opera tua succederet.
Canis, fatigatus sed etiam irritatus, murmuravit:
— Si sic est, tota praeda mea erit!
Subito porcus aliud consilium habuit. Dum canis praedam consumere coepit, venator humanus apparuit. Porcus celerrime fugam cepit, relinquens canem cum venatore. Canis, captivus factus, gemuit:
— Amicitia cum perfidis non valet.
Porcus, de longe ridens, ad alios animalia in agro dixit:
— Qui socios scelestos eligit, exitium invenit.
Moraleja
Socii mali non adiuvant, sed ad perniciem ducunt. Prudentia in amicitiis necessaria est.
Traducción al Español
Perro y Jabalí sobre la Distribución de la Presa
En un pequeño pueblo, un perro cazador y un jabalí astuto fingían ser amigos. El perro, siempre orgulloso de su fuerza, le dijo al jabalí:
— Vamos a cazar juntos y dividir la presa por igual.
El jabalí aceptó, pero en su corazón tramaba algo. Entraron en el bosque y encontraron un ciervo joven. El perro, con gran ímpetu, atacó al ciervo, mientras el jabalí se ocultó en la sombra cercana. Finalmente, el perro, habiendo atrapado al ciervo, llamó al jabalí:
— ¡Amigo, ven y toma tu parte!
El jabalí, acercándose lentamente, respondió:
— Tú solo hiciste el trabajo, amigo. Yo solo observaba para ver cómo resultaba tu esfuerzo.
El perro, agotado pero también molesto, murmuró:
— Si es así, ¡toda la presa será mía!
De repente, el jabalí ideó otro plan. Mientras el perro comenzaba a comer la presa, apareció un cazador humano. El jabalí rápidamente huyó, dejando al perro con el cazador. El perro, atrapado, gemía:
— La amistad con los traidores no sirve de nada.
El jabalí, riendo desde lejos, les dijo a los otros animales en el campo:
— Quien elige compañeros desleales, encuentra su perdición.
Moraleja
Los malos compañeros no ayudan, sino que conducen a la perdición. La prudencia es esencial en las amistades.
Testudo et Aquila de Temeritate
In monte altissimo testudo, lenta sed perspicax, in scopulis habitabat. Testudo, quamvis tarditate nota, semper somniavit volare sicut aquilae, quas saepe in caelo despectabat.
— O amica aquila, volare discere volo! — clamavit testudo cum aquila superveniret.
— Volare? — respondit aquila, subridens. — Non est animalibus ut tuum genus nata ad caelum ascendere.
Sed testudo, pertinax et imprudens, instabat:
— Da mihi alas tuas, et ego tibi demonstrabo quod possum.
Aquila, callida et sine malitia, ridens respondit:
— Bene, sed cave ne somnium tuum tibi nocet. Ego te in altitudinem feram, ut videas quid sit vere volare.
Aquila testudinem rostro tenens ad altitudinem excelsam levavit. Testudo, plena spe et admiratione, alas fictas fingebat et clamavit:
— Ecce, nunc sum regina aeris!
Sed cum aquila testudinem dimisit, eam ad humum cecidisse permisit. Testudo, duro corpore salva, sed humilitata, susurravit:
— Numquam iterum volabo; terra mihi satis est.
Aquila, de longinquo clamavit:
— Temeritas sine scientia periculum semper fert.
Moraleja
Ambitio sine prudentia ad ruinam ducit. Modestia virtutis fundamentum est.
Traducción al Español
Tortuga y Águila sobre la Imprudencia
En la montaña más alta, una tortuga, lenta pero perspicaz, vivía en los acantilados. Aunque la tortuga era conocida por su lentitud, siempre soñaba con volar como las águilas, que a menudo veía descender desde el cielo.
— ¡Oh, amiga águila, quiero aprender a volar! — gritó la tortuga cuando vio acercarse a un águila.
— ¿Volver? — respondió la águila, sonriendo.
— No todos los animales, como tú, están hechos para ascender al cielo.
Pero la tortuga, terco e imprudente, insistió:
— Dame tus alas y te demostraré que puedo hacerlo.
El águila, sabia pero sin maldad, respondió riendo:
— Está bien, pero ten cuidado de que tu sueño no te cause daño. Te llevaré a las alturas para que veas lo que es verdaderamente volar.
El águila, sosteniendo a la tortuga con su pico, la levantó a gran altura. La tortuga, llena de esperanza y admiración, imaginaba que sus alas se extendían y gritaba:
— ¡Mira, ahora soy la reina del aire!
Pero cuando el águila soltó a la tortuga, permitió que cayera al suelo. La tortuga, con el cuerpo magullado pero a salvo, susurró:
— Nunca más intentaré volar; la tierra me es suficiente.
Desde lejos, el águila gritó:
— La imprudencia sin conocimiento siempre trae peligro.
Moraleja
La ambición sin prudencia conduce a la ruina. La modestia es la base de la virtud.
Lupus et Capra de Fide Dubia
In campo vasto, lupus famelicus et capra peritissima de praeda contendebant. Lupus, callidus et crudelis, semper occasionem quaerebat ut capram deciperet.
— Amica capra, cur semper fugis? Ego pacem quaero et comitatem! — dixit lupus blandis verbis.
Capra, intuens dentes lupi acutos, respondit:
— Pacem tu quaeris? Pacem tuam mihi ostende, et fidem tuam probabo.
Lupus risit et iterum promisit:
— Hic herba est abundans. Venias mecum ad locum umbriferum, ubi ambo pasci possimus.
Capra, licet prudens, ludum agere voluit. Lupum ad rupem duxit, ubi capra agilitate sua saltu evasit. Lupus, in ripa pendens, clamavit:
— Tu me lusisti! Quomodo ausa es lupum fallere?
Capra, ridens, exclamavit:
— Amicum ex inimico facere vis, sed fidem tuam verba tua non confirmant.
Lupus iratus, sed victus, se in silvam recepit, dum capra libertate gaudebat.
Moraleja
Fides non verbis, sed actibus probatur. Sapientia nos ab insidiis servat.
Traducción al Español
Lobo y Cabra sobre la Fe Dudosa
En un vasto campo, un lobo hambriento y una cabra experta competían por la presa. El lobo, astuto y cruel, siempre buscaba la oportunidad de engañar a la cabra.
— Amiga cabra, ¿por qué siempre huyes? Yo busco paz y amabilidad — dijo el lobo con palabras suaves.
La cabra, observando los afilados dientes del lobo, respondió:
— ¿Paz buscas? Muéstrame tu paz y probaré tu fe.
El lobo rió y prometió de nuevo:
— Aquí hay abundante hierba. Ven conmigo a un lugar sombreado, donde ambos podamos pastar.
La cabra, aunque prudente, decidió jugar el juego. Llevó al lobo hasta un acantilado, desde donde, con agilidad, ella saltó para escapar. El lobo, colgado del borde, gritó:
— ¡Me jugaste! ¿Cómo te atreviste a engañar al lobo?
La cabra, riendo, exclamó:
— Quisiste hacerme amiga de tu enemigo, pero tu fe no se confirma con tus palabras.
El lobo, enfurecido pero derrotado, se retiró al bosque mientras la cabra celebraba su libertad.
Moraleja
La fe se prueba no con palabras, sino con actos. La sabiduría nos protege de las trampas.
Esperamos que hayas disfrutado nuestra selección de fábulas en latín, traducidas al castellano. La riqueza de estas historias perdura a través de los siglos, conectando culturas e inspirando generaciones. Sigue explorando nuestras colecciones para descubrir más relatos llenos de significado y sabiduría.